2do día en ORCA - Pingüinos y Misión en Punta Hermosa (17/02)

Este día comenzó mi trabajo como voluntaria. Llegué al centro y saludé a Carlos y Claire, registré mi hora de ingreso, me coloqué unas botas de goma (porque la suciedad del exterior no debe entrar a la zona donde se tiene a los pacientes y viceversa), unos guantes de jebe (por seguridad y aseo) e ingresé a la parte trasera del centro.

Mientras me colocaba el "uniforme", Claire me dijo que habían dos pingüinos en proceso de rehabilitación.
Uno de ellos había llegado unos 5 días atrás y lo llamaron Lion, porque era "salvaje" pero no en el sentido agresivo, sino que no actuaba DE NINGUNA MANERA como un pingüino corriente. Lion era un joven pingüino de Humbolt, una especie muy común en la zona.
La segunda había llegado tan solo unos 2 días atrás y la nombraron Lady, porque a diferencia de Lion, ella era muy tranquila.

Para ese entonces llegó una (ya antigua) voluntaria, llamada Mayra, con quien realicé las labores pendientes. Una vez terminamos de limpiar la zona roja (que estaba cubierta de arena), Carlos nos dijo que yo vería a mi primer pingüino, Lion, porque era hora de alimentarlo y teníamos que ayudar a Claire a guiarlo.

Lion se encontraba en su habitación, pero antes de sacarlo de ahí teníamos que preparar todo: las toallas y una pequeña piscina inflable con agua. Todo este proceso fue más sencillo con su ayuda porque nos repartíamos las tareas para avanzar más rápido, sin embargo, hubo un momento en que las cosas se complicaron, porque ambas queríamos hacer una tarea o no nos coordinábamos bien, al ser la primera vez que trabajábamos de manera conjunta.

Esta vivencia fue un nuevo desafío para mí, porque fue una experiencia totalmente desconocida y además con pingüinos, una especie que no había visto en mi vida.

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Cuando terminamos, Carlos nos dijo que nos tenía preparada una "misión", una campaña de concientización sobre lobos marinos en la playa de Punta Hermosa, en la cual tendríamos que repartir brochures informativos, hablarle a los bañistas de las medidas que deberían tomar en caso de encontrarse con uno varado en la orilla y vender "pins" con el nombre de ORCA para así recaudar fondos y financiar el alimento de los pingüinos.

En eso llegó otra chica, llamada Rafaela, que nos ayudaría a interactuar con las personas de la playa.

Ésta, nuevamente, fue una experiencia completamente nueva, porque nunca formé parte de una campaña de esa naturaleza y comenzar de esa forma: con un equipo al que acababa de unirme y en un lugar donde era muy complicado recibir la atención esperada (porque todo el mundo estaba de vacaciones y era difícil que nos prestaran atención cuando en realidad querían relajarse).
Igualmente, me permitió desarrollar habilidades de comunicación, un ámbito que podría decirse es uno de mis puntos débiles porque me cuesta expresarme ante un público extenso o desconocido. Pero, para mi suerte, las tres nos apoyamos entre nosotras y logramos sacar adelante la campaña, pese a las circunstancias y nuestro reducido número.

No solo me permitió informarme sobre los lobos marinos en mi objetivo de formarme como una persona informada en instruida, sino que pude reflexionar sobre la actitud de los lugareños con respecto a la vida marina, la contaminación del mar y el trabajo de ciertas organizaciones que tiene por objetivo el salvaguardar el bienestar de estas especies y el medio en que viven. Hubo muchos casos en que no quisieron apoyar o nos ignoraban haciendo como si no estuviésemos frente a ellos. No obstante, no nos afectó y seguimos con la labor pues podrían haber otras personas que realmente se preocupen por los animales. Con esto pude reconocer el aspecto ético de nuestras decisiones, pues si nos hubiésemos rendido o desganado con el trato de los primeros bañistas, no habríamos tenido éxito en general, ya que solo eran unos pocos los que no estuvieron dispuestos a ayudar; es más, el habernos rendido no habría sido lo correcto, pues esta actividad era por un bien mayor y no se limitaba a nosotras, sino al bienestar de los animales marinos y los pingüinos que se encuentran en el centro.

Aquí hay algunas fotos de la experiencia en la playa: