Mi blog de CAS

En esta oportunidad Hugo no pudo asistir al entrenamiento, por lo que los chicos se retiraron, dejándonos a Nicolás y mí sin nada que hacer. Ante esto, en lugar de irnos, decidimos entrenar fútbol por ese día; así, le pregunté a mi ex-entrenador de fútbol Humberto si podíamos unirnos a su entrenamiento, quien aceptó feliz. Hace varios meses que no jugaba fútbol, por lo que al igual que cuando comencé con volley, me costó adaptarme, aunque solo unos minutos. Yo pertenecía al equipo de ADECORE de fútbol hasta el año pasado, no obstante, ya no puedo competir porque superé el límite de edad. Este deporte es mi favorito, por lo que cuando me di cuenta de que no podía jugar al igual que lo hacía antes, me deprimí un poco. Humberto se dio cuenta y me dijo que no me preocupara, porque lo que había cosas que no se olvidan. Por esa razón, soy consciente de que tuve que superar dificultades, tuve que superar mi falta de práctica para reforzar las habilidades que tenía "adormecidas...

El entrenamiento en esta ocasión se dio normalmente, no pasó nada extraordinario que valga la pena mencionar. Al inicio practicamos remates, para lo cual, pude notar que me faltaba práctica, ya que varios balones se estrellaban contra la malla de vóley cuando le pegaba a la pelota. Al inicio eso me frustró un poco, ya que no me salían las jugadas, mi cuerpo pensaba en realizar movimientos que mi cuerpo era incapaz de seguir. Tras varios intentos fui entrando en calor y logré los remates, era cuestión de acostumbrarme al peso de la pelota y mis movimientos; con esta pequeña experiencia logré seguir desarrollando mi perseverancia y audacia, pues me enfrenté a las dificultades y las afronté a mi manera, variando un poco cada intento, cambiando la altura a la que levantaba la pelota para el remate. Nuevamente, disfruté interactuando con los chicos. Debo decir que cada vez me llevo mejor con ellos y, si bien puede que sea porque algunos de ellos son amigos de mi hermano, creo que en su...